martes, 6 de mayo de 2014

Semana especial:El 11 de Mayo, recordamos al Patrono de nuestra escuela "Fray Mamerto de la Ascensión Esquiú"


11 de Mayo, recordamos al Patrono de nuestra escuela, "Fray Mamerto Esquiú".
Consideramos una linda ocasión, para trabajar en familia, por tal motivo,  les proponemos:
Averiguar, sobre algún aspecto de su vida y publicarlo en nuestro blog. Te damos una ayudita, puedes averiguar sobre:

  • Su vida
  • Su familia
  • Su corazón
  • Sus obras
  • Su beatificación
  • Su vida como estudiante u otro aspecto que sea de tu interés.


46 comentarios:

  1. Siervo de Dios Fray Mamerto de la Ascensión Esquiú nació el 11 de mayo de 1826 en la localidad de Piedra Blanca en la provincia de Catamarca, Hijo de Santiago Esquiú, soldado catalán, su madre María de las Nieves Medina criolla catamarqueña. Su madre le impuso el nombre de Mamerto de la Ascensión, en homenaje al día en que nació: San Mamerto y el misterio de la Ascensión del Señor, que ese año había caído el mismo día.
    La familia Esquiú se conformó con seis hijos incluido Mamerto, sus hermanos Rosa, Odorico, Marcelina, Justo y Josefa, siendo una familia sencilla, trabajadora y de activa vida cristiana.
    Su beatificación fue solicitada luego de 1920, para 1978 la causa es introducida en forma oficial en la congregación de los santos. En el año 2002, son aprobados los procesos, el proceso del milagro y se inicia la última etapa, probar la heroicidad de las virtudes. Fue el más ilustre de los catamarqueños y parte de nuestra historia nacional se identifica con con su personalidad, su oratoria sagrada de paz y unión para todos los argentinos. En aquel complejo momento histórico de la ansiada organización nacional se destaca su honestidad, participación, compromiso, palabra y acción, que tanto necesita en estos momentos nuestra patria, fórmula fundamental para la reflexión dentro de este bicentenario, con la importancia y respeto que se merece el rescate de nuestra historia y sus hombres. De esta manera podremos planificar un porvenir mejor, como se merece el pueblo argentino. Por enseñarnos el camino gracias, Fray Mamerto Esquiú.

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  2. El Venerable Fray Mamerto de la Ascensión Esquiú nació el 11 de mayo de 1826 en la localidad argentina de Piedra Blanca en la provincia de Catamarca, hijo de Santiago Esquiú2 y María de las Nieves Medina. Su madre le impuso el nombre de Mamerto de la Ascensión, en homenaje al día en que nació: San Mamerto y el misterio de la Ascensión del Señor, que ese año había caído el mismo día .Desde los cinco años comenzó a usar, por intermedio de su madre, el hábito franciscano que no lo abandonó en toda su vida, como promesa de su delicado estado de salud. Ingresó al noviciado del convento franciscano catamarqueño el 31 de mayo de 1836, y al cumplir 17 años se ordenó sacerdote, celebrando su primera misa el 15 de mayo de 1849. Desde joven dictó cátedra de filosofía y teología en la escuela del convento; también se dedicó fervientemente a la educación siendo maestro de niños, a lo cual dedicó mucho entusiasmo, además de fervorosas homilías. Desde 1850 dictó cátedra de filosofía en el colegio secundario fundado por el gobernador Manuel Navarro.

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  3. Fray mamerto Esquiú nació el 11 de mayo de 1826 en Piedra Blanca provincia de
    Catamarca , hijo de Santiago Esquiú soldado catalán enviado por Rio de la Plata
    que combatió en el alto Perú , donde fue prisionero por los patriotas . Su madre María de las Nieves Medina criolla catamarqueña .Desde los cinco años comenzó
    a usar , por intermedio de su madre ,el habito franciscano que no lo abandonó en
    toda su vida , como promesa de su delicado estado de salud . El 31 de mayo 1.839
    ingreso al noviciado del convento franciscano catamarqueño y a los 17 años se
    ordenó sacerdote. Se dedico a la educación.

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  4. Hernán Rodriguez

    Fray Mamerto de la Ascención Esquiú nació el 11 de mayo de 1826 a las 23:00 Hs., en la localidad de La Callesita (Departamento Piedras Blanca) en la Provincia de Catamarca, hijo de Don Santiago Esquiú y de Doña María de las Nieves Medina.
    Como la mayoría de las viviendas de la época, su casa fue un típico rancho de adobe y techo de pajas, la cual fue construida por su padre Don Santiago a principios del año 1816, la misma contaba de tres ambientes corridos, un patio y una huerta grande, construcción hoy protegida por un templete mayor que la contiene.
    Por haber nacido enfermo, en la casa paterna recibió inmediatamente el bautismo de manos del Padre Francisco Cortés, sacerdote amigo de la familia.
    Su padre era muy intelectual y sobre todo leía libros de carácter religioso y moral; no habría llegado aún a los cinco años cuando se lo envía a estudiar sus primeras letras a una escuela en San José de Piedra Blanca, bajo la dirección de la maestra Teresa Bravo, tal fue su aplicación que antes del año sabia leer y escribir con soltura, tenía en su contra el ser tan pequeño, en su época, en poblados pocos numerosos, no todos los niños asistían a la escuela y los que lo hacían se inscribían de mayor edad.
    Mamerto recibió muchas burlas de algunos de sus compañeros por usar hábito, siempre lo soporto sin enojarse tal es así que un día intentaron quemarle el hábito.
    En el año 1835, el niño Mamerto recibe el Sacramento de la Confirmación en la antigua Matriz de Catamarca, siendo su padrino el Pbro. Don Agustín Columbres.
    Con tan solo 10 años fallece su madre un 20 de mayo de 1836 y un 31 de mayo de ese mismo año entra en el convento como aspirante al sacerdocio en la Orden de San Francisco, al cumplir 17 años se ordenó Sacerdote celebrando su primera misa el 15 de mayo de 1849.
    Afines de 1878 fue nombrado candidato a Obispo de Córdoba por el Presidente Avellaneda, renunció al cargo, pero a los pocos días le llegó la orden del Papa León XIII de aceptar la candidatura. Su respuesta fue:
    "Si lo quiere el Papa, Dios lo quiere."

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  5. En 1876 viaja a Roma, lo que le posibilita llegar a Tierra Santa. En la iglesia de San Juan Bautista,en Jerusalén, se encuentra en la entrada de la misma, una placa recordando y homenajeando su labor misionera como franciscano en Tierra Santa, gran orgullo el nuestro, que entre tantos hermanos franciscanos allí, homenajearan al humilde siervo de Dios, Fray Mamerto Esquiú y dice textualmente entre otras cosas: "Monseñor Mamerto Esquiú, obispo de Córdoba- Argentina- prez gloriosa de la orden seráfica y apóstol luminoso de la América Latina. Roma, 27 de Enero de 1907

    Su muerte:
    Su muerte a los 56 años, fue inesperada, días anteriores había padecido molestias estomacales e intestinales, se creía que las razones se debían a la ingesta de algunos alimentos, por lo que no se consideraban síntomas de gravedad. Fray Mamerto Esquiú murió el 10 de enero de 1883 en la posta catamarqueña de El Suncho, en viaje de regreso desde La Rioja a su sede obispal de Córdoba (Argentina).Mientras sus restos mortales descansan en la catedral de Córdoba, el corazón "incorrupto" del religioso fue depositado en el convento franciscano de Catamarca. Fue sustraído en dos oportunidades. La primera vez el día 30 de octubre de 1990.3 Ese mismo día, en horas de la tarde, se descubrió que el corazón de Esquiú había sido sustraído y una semana después, el 7 de noviembre, fue encontrado en el techo del convento. Hasta hoy, la Justicia desconoce quien lo sustrajo en aquella oportunidad. El segundo hurto fue realizado por un joven llamado Gemian Jasani el 22 de enero de 20084 y aún sigue sin encontrarse.

    Fue declarado Siervo de Dios en 2005 y Venerable en 2006 y su causa de beatificación se encuentra iniciada.

    La beatificación
    Después de 7 años, en Córdoba, los peritos terminaron con la revisión histórica, la que todavía debe ser aprobada por la Santa Sede. Terminaron en octubre de 2000 y entregaron 8 cajas de material que el padre Jorge Martínez – sacerdote franciscano y vice postulador de la causa de Beatificación de Fray M. Esquiú – entregó a la Santa Sede, en Roma para revisar nuevamente.
    Para la Beatificación se siguen dos procesos diferentes. La vía del milagro y la vía de lo histórico. Cuando se prueba lo histórico, se considera el milagro y a través de un decreto de la Santa Sede, que se llama validez, se convalida todos los años no actuados. Allí nombran un relator general que no puede ser franciscano y que va a nombrar un abogado y un postulador para que lo informen. Tiene que relatar que Esquiú fue heroico en el ejercicio de las virtudes. Se revisa todo, se presenta en la Santa Sede y con el milagro ya puede ser declarado Beato.

    Santi Maurino

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  6. Después de 7 años, en Córdoba, los peritos terminaron con la revisión hitórica, pero tiene que ser aprobada aun por la Santa Sede. Terminaron en octubre de 2000 y entregaron 8 cajas de material que el padre Jorge Martinez - sacerdote franciscano y vice postulador de la causa de Beatificación de Fray M.Esquiú - entregó a la Santa Sede, en Roma para revisar nuevamente el material.
    El proceso comienza en 1926 Esquiú en cierto modo, no tuvo mucha suerte en cuanto al proceso. Primero hubo una confución se habia iniciado en Cordoba, después se hizo aquí, en Catamarca, un proceso que no tuvo valor. Luego vino la segunda guerra mundial y eso también la detuvo. Cuando ésta terminó, la causa fué retomada pero de los tres teólogos que debian hacer juicio de los escritos de Esquiú, dos son favorables y uno es contrario. Esto hace que la causa se detenga y PIO XII, el Papa que estaba en ese momento, archiva el proceso.
    En 1957, el embajador Manuel del Rio pide permiso para reabrir la causa y Juan XXIII se lo otorga en 1958. Él revé todo y hace la defensa, pero al morir, al proceso lo ve Pablo VI, quien aprobó la defensa y asi pudo retomar nuevamente la causa en 1964.
    Luego en Catamarca, el padre Bernardo Martinez trabajo mucho en la causa, reactivó el proceso, logró el reconocimiento de los restos de Esquiú en la Catedral de Córdoba y pidió la opinión de los nuevos teologos. Como habia sido una causa detenida, en vez de volver atrás pusieron seis teólogos y los seis aprobaron y recomendaron su Beatificación en 1978.
    En 1979 se logra la prueba que no hubo culto especial sobre Esquiú, porque el culto tambien detiene la causa de Beatificación. Entonces todo estuvo acorde para presentar lo que se llamó la disquiscición histórica, es decir un estudio histórico. En ese momento lo tomaron tres licenciados de historia, ellos hicieron el trabajo, pero parece que no estaban informados de todo el proceso jurídico y lo terminaron muy tarde, recien en 1990.
    Fue entonces cuando el Cardenal pide al padre Jorge Martinez que se ocupe del tema, quien ese momento se ocupaba como Rector de la Universidad de Mendoza. Viajo a Roma e inició una investigación más profunda y en 1993 verifica que desde 1978 la causa se habia detenido bastante y que practicamente estaba parada

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  7. El hábito de San Francisco

    En torno al año 1831, Mamerto continuaba estando en un estado de salud muy delicado. Sus padres, en la medida de sus posibilidades habían agotado todos los recursos de la ciencia médica. Doña María de las Nieves hizo entonces una promesa que sería de trascendental importancia en la vida de su ilustre hijo: vestir al niño con el hábito de San Francisco todos los días. El pequeño Mamerto se vio enteramente recuperado al poco tiempo. La madre, agradecida a su santo protector, se apresuró a cumplir su promesa, y como no tenía una tela apropiada, ni las facilidades suficientes como para conseguirla, pidió al padre franciscano que había bautizado a su hijo, un hábito viejo que ya no usara para refaccionarlo y que le quedara al niño. Este fue el primer hábito que Fray Mamerto Esquiú usó y el único ya que lo llevó desde los cinco años de edad hasta el día de su muerte. Podría decirse que había nacido para el hábito franciscano.

    Esquiú amó desde ese momento la vestimenta de sarga cenicienta y pobre que identifica a los hijos de San Francisco de Asís, y no la dejó en toda su vida, ni siquiera siendo obispo. Se cuenta de él que, siendo niño pequeño, al verse despojado un día de su hábito de "frailecito" se echó a llorar y lloró y suplicó con lágrimas que se lo devolvieran. Siendo ya obispo, se gloriaba de llevarlo siempre y candorosamente decía: "Soy tal vez el único mortal que no ha llevado sobre sus carnes otra vestimenta que el hábito de San Francisco. Lo he llevado toda mi vida y espero ha de ser la última mortaja que cubra mis despojos, después de mi muerte. Todo lo que soy y lo que valgo, si es que valgo alguna cosa, lo debo, después de Dios, al hábito de mi padre San Francisco".
    ALESIO RODRIGUEZ

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  8. Además de lo comentado por estos compañeros, podemos agregar otros datos importantes. Después de la cruel Guerra Civil (en la que se enfrentaron distintos grupos de argentinos) Fray Mamerto Esquiú pidió a los habitantes de nuestra nación que vivieran en armonía, paz, compañerismo, y unión. Sus palabras (“sermones”) fueron escuchadas a lo largo de todo el país, y así, Fray Mamerto comenzó a ser reconocido por sus mensajes, ideas y enseñanzas.
    Algunos años después, fue elegido Legislador en su provincia. Desde allí, trabajó mucho para hacer crecer la industria minera, instalar el alumbrado público, construir escuelas y desarrollar la imprenta. También se dedicó al periodismo, expresando sus ideas sobre diversos temas a través de artículos y ensayos.
    Puede decirse entonces que Fray Mamerto Esquiú era una persona muy emprendedora, con muchas ganas de progresar, y comprometida siempre con su trabajo y con su patria.

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  9. MAMERTO DE LA ASCENCIÓN ESQUIÚ, nació hace mucho tiempo (1883) en PIEDRA BLANCA, provincia de CATAMARCA.
    Nuestra escuela lleva su nombre y luego de leer sobre su vida y sus obras, pude descubrir que fue una PERSONA EJEMPLAR en muchos aspectos. Pero quizás, lo que más me llamó la atención fue lo de su CORAZÓN...
    Ya que, una vez que Fray Mamerto falleció, los médicos que examinaron su cuerpo descubrieron que su corazón se hallaba en muy buen estado, entonces lo conservaron y durante muchos años fue exhibido en Catamarca. Y tal como él lo había dicho antes de morir, su CORAZÓN permanecería para siempre en su provincia natal. Pero, lamentablemente no fue así y el CORAZÓN de FRAY MAMERTO, fue robado en dos oportunidades y aún no ha podido ser recuperado.
    A pesar de este hecho triste, creo que debemos recordar siempre, todo lo que él ha transmitido; ya que sólo así, sus palabras y consejos podrán estar MUY PRESENTES en nuestra vida cotidiana,..

    SIEMPRE PODEMOS APORTAR NUESTRO "GRANITO DE ARENA"

    FAMILIA DE VALENTÍN MASAROTTI

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  10. Fray Mamerto Esquiú nacio el 11 de Mayo de 1826 en Piedra Blanca provincia de Catamarca. A los 5 años comenzó a usar el hábito de franciscano el que no abandonó en toda su vida como promesa por el delicado estado de salud con el que había nacido. Se ordenó sacerdote muy joven y se dedico con mucho entusiasmo a la educación siendo un gran maestro de los niños. Utilizó el periódico como otro modo de expresión de su personalidad, ecribiendo el primer periódico catamarqueño denominado "El Ambato", donde los artículos de La Religión y La Patria, La inmigración, La Educación, entre otros mostraban sus intereses y vacación patriótica.
    Fray Mamerto Esquiú falleció sorpresivamente el 10 de Enero de 1883 en la "Posta catamarqueña El Suncho" mientra regresaba de La Rioja.
    Fray Mamerto Esquiú fue sinónimo de humildad, pobreza, desinterés, castidad, sacrificio y amor al prójimo

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  11. FELICITACIONES A TODOS!!!! están realizando trabajos muy interesantes que nos van a permitir aprender mucho!!! Besitos.

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  12. María Paz Tresserra7 de mayo de 2014, 4:18 a.m.

    Fray Mamerto Esquiu nació el 11 de mayo de 1826, en la localidad argentina de Piedra Blanca en la provincia de Catamarca. Desde los cinco años comenzó a usar, por intermedio de su madre, el hábito Franciscano, que no lo abandonó en tada su vida, como promesapor su delicado estado de salud.
    Ingresó al noviciado del convento Franciscano Catamarqueño y al cumplir 17 años se ordenó sacerdote.

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  13. Fray Mamerto Esquiu nació el 11 de mayo de 1826, en la localidad argentina de Piedra Blanca en la provincia de Catamarca. Desde los cinco años comenzó a usar, por intermedio de su madre, el hábito Franciscano, que no lo abandonó en tada su vida, como promesapor su delicado estado de salud.
    Ingresó al noviciado del convento Franciscano Catamarqueño y al cumplir 17 años se ordenó sacerdote.

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  14. Fray Mamerto de la Ascensión Esquiú nació el 11 de mayo de 1826 en la localidad de la Callesita (Dto Piedra Blanca) en la provincia de Catamarca, Hijo de Santiago Esquiú, soldado Catalán enviado por España al Río de la Plata que combatió en el alto Perú hasta ser hecho prisionero por los patriotas; su madre María de las Nieves Medina criolla catamarqueña. Su madre le impuso el nombre de Mamerto de la Ascensión, en homenaje al día en que nació: San Mamerto y el misterio de la Ascensión del Señor, que ese año había caído el mismo día.
    Desde los cinco años comenzó a usar, por intermedio de su madre, el hábito franciscano que no lo abandonó en toda su vida, como promesa de su delicado estado de salud. Ingresó al noviciado del convento franciscano catamarqueño el 31 de mayo de 1836 y al cumplir 17 años se ordenó sacerdote celebrando su primera Misa el 15 de mayo de 1849.
    Se dedicó fervientemente a la educación siendo maestro de niños y catedrático en el Convento a lo cual dedicó mucho entusiasmo además de fervorosas homilías.
    Luego de la cruenta Guerra Civil, el 9 de julio de 1853 predicó su famoso Sermón Constitucionalista (Laetamur de Gloria Vestra), con motivo de la jura de la Constitución Nacional, donde pidió concordia y unión para los argentinos, alcanzando trascendencia nacional. En este discurso Esquiú dejó asentadas muchas verdades, enseñanzas luminosas y una doctrina jurídica y sociológica sólida.

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  15. Fray Mamerto de la Ascensión Esquiú nació el 11 de mayo de 1826 en la localidad argentina de Piedra Blanca en la provincia de Catamarca.
    Falleció el 10 de enero de 1883, El Suncho, provincia de Catamarca.
    Fue Obispo de Córdoba.

    A fines de 1878 fue nombrado candidato a obispo de Córdoba por el presidente Avellaneda. Renunció al cargo, pero a los pocos días le llegó la orden del papa León XIII de aceptar la candidatura. Su respuesta fue:


    "Si lo quiere el Papa, Dios lo quiere."

    Se trasladó a Buenos Aires por primera vez en su vida, para recibir la ordenación episcopal, en 1880.
    Fue consagrado obispo de Córdoba el día 12 de diciembre de 1880, y tomó posesión de su sede episcopal el día 16 de enero del año siguiente. Llevó una vida austera, e hizo todo lo posible para reordenar la administración diocesana, poner nuevamente en acción la pastoral eclesiástica, y hacer sentir a todos tratados por un padre; un padre humilde y austero, además, que recorrió casi todos las ciudades y pueblos de la diócesis.
    FAMILIA DE CAMILA BOIERO.

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  16. DELFINA Y MARTINA MONTECHIARI7 de mayo de 2014, 10:04 a.m.

    FRAY MAMERTO ESQUIU-EL HABITO

    A los cinco años, Mamerto continuaba estando en un estado de salud muy delicado. Sus padres, en la medida de sus posibilidades habían agotado todos los recursos de la ciencia médica. Doña María de las Nieves hizo entonces una promesa que sería de trascendental importancia en la vida de su hijo: vestir al niño todos los días con el hábito de San Francisco.

    El pequeño Mamerto se vio enteramente recuperado al poco tiempo. La madre, agradecida a su santo protector, se apresuró a cumplir su promesa, y como no tenía una tela apropiada, ni las facilidades suficientes como para conseguirla, pidió al padre franciscano que había bautizado a su hijo, un hábito viejo que ya no usara para refaccionarlo y que le quedara al niño. Este fue el primer hábito que Fray Mamerto Esquiú usó y el único ya que lo llevó desde los cinco años de edad hasta el día de su muerte.

    Esquiú amó desde ese momento la vestimenta de sarga cenicienta y pobre que identifica a los hijos de San Francisco de Asís, y no la dejó en toda su vida, ni siquiera siendo obispo. Se cuenta de él que, siendo niño pequeño, al verse despojado un día de su hábito de "frailecito" se echó a llorar. Lloró y suplicó con lágrimas que se lo devolvieran. Siendo ya obispo, se gloriaba de llevarlo siempre y candorosamente decía: "Soy tal vez el único que no ha llevado otra vestimenta que el hábito de San Francisco. Lo he llevado toda mi vida y espero ha de ser la última mortaja que cubra mis despojos, después de mi muerte. Todo lo que soy y lo que valgo, si es que valgo alguna cosa, lo debo, después de Dios, al hábito de mi padre San Francisco".

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  17. Fray Mamerto Esquiú

    El Venerable Fray Mamerto de la Ascensión Esquiú, nació el 11 de mayo de 1826 en la localidad argentina de Piedra Blanca en la provincia de Catamarca, hijo de Santiago Esquiú y María de las Nieves Medina. Su madre le impuso el nombre de Mamerto de la Ascensión, en homenaje al día en que nació: San Mamerto y el misterio de la Ascensión del Señor, que ese año había caído el mismo día. Desde los cinco años comenzó a usar, por intermedio de su madre, el hábito franciscano que no lo abandonó en toda su vida, como promesa de su delicado estado de salud. Ingresó al noviciado del convento franciscano catamarqueño el 31 de mayo de 1836, y al cumplir 17 años se ordenó sacerdote, celebrando su primera misa el 15 de mayo de 1849. Desde joven dictó cátedra de filosofía y teología en la escuela del convento; también se dedicó fervientemente a la educación siendo maestro de niños, a lo cual dedicó mucho entusiasmo, además de fervorosas homilías (razonamiento para explicar la religión). Desde 1850 dictó cátedra de filosofía en el colegio secundario fundado por el gobernador Manuel Navarro. A fines de 1878 fue nombrado candidato a obispo de Córdoba por el presidente Avellaneda. Renunció al cargo, pero a los pocos días le llegó la orden del papa León XIII de aceptar la candidatura. Su respuesta fue:
    "Si lo quiere el Papa, Dios lo quiere."
    Se trasladó a Buenos Aires por primera vez en su vida, para recibir la ordenación episcopal, en 1880. El presidente Roca aprovechó para invitarlo a predicar en el Tedeum con que se celebraba la federalización de Buenos Aires. En su discurso, más político y menos filosófico que la mayoría de los que había pronunciado hasta entonces, acusó a la ciudad de haber causado las matanzas de la época de Rosas, y posteriormente la desunión del país. Para decepción de Roca y Avellaneda, no tuvo ninguna palabra de agradecimiento para sus gestiones. Fue consagrado obispo de Córdoba el día 12 de diciembre de 1880, y tomó posesión de su sede episcopal el día 16 de enero del año siguiente. Llevó una vida austera, e hizo todo lo posible para reordenar la administración diocesana, poner nuevamente en acción la pastoral eclesiástica, y hacer sentir a todos tratados por un padre; un padre humilde y austero, además, que recorrió casi todos las ciudades y pueblos de la diócesis. En lo externo a la administración de la Iglesia diocesana, defendió las tradicionales prerrogativas de la Iglesia y se opuso en lo que pudo al matrimonio civil, al Registro Civil, la secularización de los cementerios y la laicización de la enseñanza. También tuvo problemas con la Universidad, ya que ésta no le permitía controlar la designación de los profesores de Teología. Fray Mamerto Esquiú murió el 10 de enero de 1883 en la posta catamarqueña de El Suncho, en viaje de regreso desde La Rioja a su sede obispal de Córdoba (Argentina).
    FAMILIA DE AGUSTINA RUBINO

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  18. Su ordenación Sacerdotal

    El día 31 de mayo de 1836, siendo aún un niño, ingresó definitivamente al Convento de San Francisco, el entonces huérfano de madre Mamerto Esquiú. Anteriormente había cursado estudios de Latín y Humanidades. Luego comenzó la asignatura de Filosofía. Desde el año 1841 al 43, hizo el curso de Teología y Derecho Canónico. Terminó toda la carrera de sus estudios con notas sobresalientes, en todos los ramos, cuando sólo contaba la edad de diecisiete años.

    Tuvo que esperar cinco años, después de terminar sus estudios, para recibir las órdenes sagradas y conseguir el sacerdocio. Su ordenación sacerdotal se efectuó el 18 de octubre de 1848.

    Esquiú como Maestro

    Antes de ser ordenado sacerdote, el joven Esquiú por disposición de los superiores franciscanos se dedicó a la docencia. En el año 1844 es nombrado maestro de niños en la vieja escuela de San Francisco, que desde hacía treinta años era dirigida por el reconocido educador de primera enseñanza, Fray José Archeverros. Poco tiempo después sus superiores lo designan catedrático de Filosofía y Teología.

    En todos estos oficios brilló con luz propia, según los testimonios unánimes de sus contemporáneos, que aseguran que Esquiú fue uno de los mejores profesores de su tiempo. Dice otro contemporáneo suyo que "era un maestro bien formado por su ciencia, por su cultura, por su seriedad y discreción, se adelantó a las máximas de la pedagogía moderna".

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  20. Nació el 11 de mayo de 1826 en la localidad de La Callecita provincia de Catamarca.Hijo de Santiago Esquiú y de María de las Nieves Medina. Desde los 5 años comenzó a usar el hábito franciscano.
    Que no lo abandonó en toda su vida.
    A los 17 años se ordenó sacerdote se dedicó a la educación de los niños
    -Inspiró y ejecutó "LA INDUSTRIA MINERA"
    -La "CREACIÓN DE LA RENTA PÚBLICA"
    -"LA INSTALACIÓN DEL ALUMBRADO PÚBLICO"
    -"LA INTRODUCCIÓN DE LA IMPRENTA"

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  21. FRAY MAMERTO ESQUIÚ
    Nació el 11 de mayo de 1826 en La Callecita (Piedra Blanca) al pie del Ambato nevado, a pocos kilómetros de la Capital, bajo un techo de paja. Era el día de San Mamerto y la iglesia celebraba la fiesta de la Ascensión. Fray Francisco Cortez misionero y amigo de la familia lo bautizó; y le dijo a la madre de Esquiú, antes de que este naciera, que sería obispo.
    Sus padres fueron Santiago Esquiú, soldado catalán enviado por España al Río de la Plata que combatió en el alto Perú hasta ser hecho prisionero por los patriotas; su madre María de las Nieves Medina criolla catamarqueña.
    EN EL CONVENTO
    A los diez años sintió el dolor de la muerte de su madre (15/05/1836) y 12 días mas tarde, de la mano de su padre, llegó al convento de San Francisco (Catamarca), aspirante al sacerdocio; el 13 de julio de 1841, el padre guardián Fray Wenceslao Achaval, le dio los hábitos de novicio. A los 12 años inicio el estudio de la filosofía y a los 14 los de teología. A los 17 hizo sus votos, el 14 de julio de 1842, fiesta del seráfico doctor San Buenaventura.

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  22. Fray Mamerto Esquiú, paz, unión y sacrificio (1826 - 1883)
    Nació un jueves 11 de mayo de 1826, día de San Mamerto, obispo francés, en Catamarca, la Callecita, localidad de Piedra Blanca; fue llamado Mamerto de la Ascensión Esquiú, su padre Santiago Esquiú, un súbdito español, su madre María de las Nieves Medina, catamarqueña de 20 años. La familia Esquiú se conformó con seis hijos incluido Mamerto, sus hermanos Rosa, Odorico, Marcelina, Justo y Josefa, siendo una familia sencilla, trabajadora y de activa vida cristiana. Mamerto había nacido con un frágil y delicado estado de salud; entonces sus padres decidieron que sea bautizado de inmediato; dicha ceremonia fue realizada por el padre sustituto de la parroquia, F. Francisco Cortés, de la Orden de San Francisco.
    Con 5 años de edad, su madre lo vistió con el tosco sayal de los hijos de Francisco de Asís, promesa realizada por su madre al patriarca Asís, por haber nacido enfermo, durante toda su vida vistió con dicho hábito, hasta siendo obispo.
    Con 6 años de edad leía y escribía perfectamente. Asistió a la escuela de primeras letras de Piedra Blanca, ya a los 10 años y siendo aspirante de la orden, entró al convento Franciscano en Catamarca en 1834, se incorporó como novicio,
    cursó teología, estudió latín, idioma francés e italiano, además de dirigir la escuela primaria del convento, las letras sagradas las estudió en la soledad de su celda, además de matemática, literatura, historia, siendo sus únicas herramientas su reducida biblioteca, sumado a su anhelo de aprendizaje y sacrificio. Para 1848 recibió en San Juan la orden sacerdotal de manos del obispo Monseñor Eufrasio Quiroga Sarmiento, el 15 de mayo de 1849 fue un día muy especial en su vida, celebró su primera misa con sólo 23 años. Fue una figura sobresaliente no sólo por su elocuencia, además por la contextura moral de su vida, su meditación, su austeridad, penitencia y sus renunciamientos.

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  23. Agatiello Juan Andres7 de mayo de 2014, 4:51 p.m.

    fray Mamerto Esquiú
    Nació un 11 de Mayo de 1826, en la callesita (Dpto. Piedra Blanca). Sus padres, humildes labradores, pero fervorosos cristianos, fueron Don Santiago Esquiú y Dña. María de las Nieves Medina. A los 5 años de edad su buena madre le vistió el hábito de San Francisco, en cumplimiento de una promesa que hiciera por la salud de su hijo gravemente enfermo. Desde entonces lo llevó durante toda su vida.

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  24. EL EXILIO:
    En setiembre de 1861 se le concedió permiso para residir en el Convento Franciscano de Tarija, Bolivia, famoso centro de irradiación espiritual, apostólica y misionera; este hecho habría sido una gran ilusión del Fray desde que era estudiante.
    La falta de vida en común y los acontecimientos que se precipitaban sobre la Patria, las luchas internas que significarían la derrota de la Confederación de Pavón provocaron mucho desánimo en Esquiú, quién no dudó un instante acerca de su traslado al país hermano. Y fue así que el 18 de mayo de 1862, después de haber intentado gestionar una misión de paz ante el gobierno santiagueño por encargo del catamarqueño, comienza su alejamiento. El 16 de mayo Esquiú llega a Tarija, para consagrar su vida a la oración y al estudio.
    El 28 de ese mismo mes comenzaba la redacción de su Diario de recuerdos y memorias, extenso documento espiritual en el que quedara retratada su vida.
    Al poco tiempo de su estadía en Tarija efectuó las predicaciones cuaresmales del año 1863, como así también la evangelización de los chiriguanos, la confesión de enfermos de fiebre amarilla, la enseñanza de la teología y la atención espiritual de un lazareto. Fue designado profesor de teología en el Seminario y colaborador directo del Arzobispo. También se le asignó la creación de un periódico de inspiración cristiana, que se concretó el 15 de setiembre de 1868 recibiendo el nombre de El Cruzado.

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  25. Macarena Guerrero.
    Entro al convento de San Francisco de Catamarca en calidad de frailito,el año 1.836.Tomo los habitos de novicio en 1.841 y celebro su primera misa el 15 de mayo de 1.849.Predico su famoso sermon sobre la Constitucion Nacional que le dio tanto renombre,el 9 de julio de 1.853.Huyendo de los aplausos que se le atribuyeron como orador insuperable y anhelando llevar una vida mas perfecta y oculta al mundo,paso al colegio de Misiones de Tarija ´Bolivia en 1.862. Fue elegido arzobispo en Buenos Aires en 1,872.

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  26. Fray Mamerto Esquiú nació en la localidad de Piedra Blanca (provincia de Catamarca), el 11 de mayo de 1826 Tras los estudios correspondientes fue ordenado sacerdote en 1848.
    En 1872 fue designado para el arzobispado de Buenos Aires de Buenos Aires, al cual renunció. En 1880 fue nombrado obispo de Córdoba. Fray Mamerto Esquiú falleció el 10 de enero de 1883, en la Posta “El Suncho” (provincia de Catamarca).
    Se lo consideró esencialmente como un obispo misionero, pues en apenas sus dos años de gobierno episcopal había visitado pastoralmente gran parte del territorio de la diócesis de Córdoba.
    . Fray Mamerto Esquiú murió el 10 de enero de 1883 en la posta catamarqueña de El Suncho,
    FAMILIA DE LAUTARO MIRANDA

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  27. Obispado de Córdoba[editar]
    A fines de 1878 fue nombrado candidato a obispo de Córdoba por el presidente Avellaneda. Renunció al cargo, pero a los pocos días le llegó la orden del papa León XIII de aceptar la candidatura. Su respuesta fue:

    "Si lo quiere el Papa, Dios lo quiere."
    Se trasladó a Buenos Aires por primera vez en su vida, para recibir la ordenación episcopal, en 1880. El presidente Roca aprovechó para invitarlo a predicar en el Tedeum con que se celebraba la federalización de Buenos Aires. En su discurso, más político y menos filosófico que la mayoría de los que había pronunciado hasta entonces, acusó a la ciudad de haber causado las matanzas de la época de Rosas, y posteriormente la desunión del país. Para decepción de Roca y Avellaneda, no tuvo ninguna palabra de agradecimiento para sus gestiones.

    Fue consagrado obispo de Córdoba el día 12 de diciembre de 1880, y tomó posesión de su sede episcopal el día 16 de enero del año siguiente. Llevó una vida austera, e hizo todo lo posible para reordenar la administración diocesana, poner nuevamente en acción la pastoral eclesiástica, y hacer sentir a todos tratados por un padre; un padre humilde y austero, además, que recorrió casi todos las ciudades y pueblos de la diócesis.

    En lo externo a la administración de la Iglesia diocesana, defendió las tradicionales prerrogativas de la Iglesia y se opuso en lo que pudo al matrimonio civil, al Registro Civil, la secularización de los cementerios y la laicización de la enseñanza. También tuvo problemas con la Universidad, ya que ésta no le permitía controlar la designación de los profesores de Teología.

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  28. El Venerable Fray Mamerto de la Ascensión Esquiú nació el 11 de mayo de 1826 en la localidad argentina de Piedra Blanca1 en la provincia de Catamarca, hijo de Santiago Esquiú2 y María de las Nieves Medina. Su madre le impuso el nombre de Mamerto de la Ascensión, en homenaje al día en que nació: San Mamerto y el misterio de la Ascensión del Señor, que ese año había caído el mismo día.

    Desde los cinco años comenzó a usar, por intermedio de su madre, el hábito franciscano que no lo abandonó en toda su vida, como promesa de su delicado estado de salud. Ingresó al noviciado del convento franciscano catamarqueño el 31 de mayo de 1836, y al cumplir 17 años se ordenó sacerdote, celebrando su primera misa el 15 de mayo de 1849.

    Desde joven dictó cátedra de filosofía y teología en la escuela del convento; también se dedicó fervientemente a la educación siendo maestro de niños, a lo cual dedicó mucho entusiasmo, además de fervorosas homilías. Desde 1850 dictó cátedra de filosofía en el colegio secundario fundado por el gobernador Manuel Navarro.


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  29. Fray Mamerto de la Ascensión Esquiú nació el 11 de mayo de 1826 en la localidad argentina de Piedra Blanca1 en la provincia de Catamarca, hijo de Santiago Esquiú2 y María de las Nieves Medina. Su madre le impuso el nombre de Mamerto de la Ascensión, en homenaje al día en que nació: San Mamerto y el misterio de la Ascensión del Señor, que ese año había caído el mismo día.

    Desde los cinco años comenzó a usar, por intermedio de su madre, el hábito franciscano que no lo abandonó en toda su vida, como promesa de su delicado estado de salud. Ingresó al noviciado del convento franciscano catamarqueño el 31 de mayo de 1836, y al cumplir 17 años se ordenó sacerdote, celebrando su primera misa el 15 de mayo de 1849.

    Desde joven dictó cátedra de filosofía y teología en la escuela del convento; también se dedicó fervientemente a la educación siendo maestro de niños, a lo cual dedicó mucho entusiasmo, además de fervorosas homilías. Desde 1850 dictó cátedra de filosofía en el colegio secundario fundado por el gobernador

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  30. El obispo de Córdoba

    Fray Mamerto Esquiú fue consagrado obispo de Córdoba el día 12 de diciembre de 1880, y tomó posesión de su sede episcopal el día 16 de enero del año siguiente. Siempre creyó no corresponderle la dignidad episcopal.

    El mismo lo deja estampado en su diario personal. En la Catedral pronunció una breve homilía que causó honda impresión. Con humildad de santo, habló de sí para rebajarse. Jamás se había oído en Córdoba algo semejante. Preguntábase con enorme sinceridad; si el haber sido elevado a la dignidad de obispo sería para su salvación o su condenación. Proponía dedicarse por entero a su pueblo: "Me gusta la soledad y una vida retirada; sin embargo, mientras tenga fuerzas me veréis siempre inquieto de una a otra parte, solícito del bien de todos." Se juzgaba obligado a amarlos como hijos.

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  31. EMILIO MASSARO
    Tarea
    Fray Mamerto Esquiu

    Nació el 11 de mayo de 1826 en La Callecita (Piedra Blanca) al pie del Ambato nevado, a pocos kilómetros de la Capital, bajo un techo de paja. Era el día de San Mamerto y la iglesia celebraba la fiesta de la Ascensión. Fray Francisco Cortez misionero y amigo de la familia lo bautizó; y le dijo a la madre de Esquiú, antes de que este naciera, que sería obispo.
    Sus padres fueron Santiago Esquiú, soldado catalán enviado por España al Río de la Plata que combatió en el alto Perú hasta ser hecho prisionero por los patriotas; su madre María de las Nieves Medina criolla catamarqueña.
    Mientras sus restos mortales descansan en la catedral de Córdoba, el corazón "incorrupto" del religioso fue depositado en el convento franciscano de Catamarca.
    Su sermón alcanzó trascendencia nacional y el texto fue impreso y difundido por el país por decreto del presidente Justo José de Urquiza. Hasta en Buenos Aires, que había rechazado el Acuerdo de San Nicolás y la Constitución, su sermón tuvo un eco inesperado, aunque de todos modos se sancionó una constitución provincial que de hecho separaba al Estado de Buenos Aires del resto del país.
    Beatificación
    Después de 7 años, en Córdoba, los peritos terminaron con la revisión histórica, pero tiene que ser aprobada aun por la Santa Sede. Terminaron en octubre de 2000 y entregaron 8 cajas de material que el padre Jorge Martínez - sacerdote franciscano y vice postulador de la causa de Beatificación de Fray M.Esquiú - entregó a la Santa Sede, en Roma para revisar nuevamente el material.

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  32. ZOE OBERTO y GUADA OBERTO7 de mayo de 2014, 7:45 p.m.

    Durante este Año Sacerdotal no podemos pasar por alto la persona de fray Mamerto Esquiú, sacerdote franciscano argentino (1826–1883), quien sobresalió en nuestro continente latinoamericano por su talento, humildad y patriotismo.

    Sin dudas sobresale por aquel sermón, en la catedral de Catamarca, con motivo de la jura de la Constitución Nacional, el 9 de julio de 1853. La prensa de entonces le dio alcance nacional, y por lo mismo fue reconocido como el "orador de la Constitución". En las vísperas de la celebración del Bicentenario de nuestra Patria, y en otros países hermanos, es bueno recordar a este sacerdote que, con sus palabras y su vida, ilumina nuestra realidad política y eclesial.

    Siempre en esta línea de compromiso ciudadano, en 1855, fue Vicepresidente de la Convención Constituyente de Catamarca. Tres años más tarde, es nombrado obispo de Córdoba. Hay que recordarlo además como periodista, por su labor en los medios públicos e incluso en los que él mismo fundara.

    Desde niño se sintió atraído por el pobre Francisco de Asís, siendo aún adolescente ingresó a la orden francisca. Ordenado sacerdote en 1849, atraía a muchos para escuchar sus prédicas. Recordemos que aquel 9 de julio pidió por la concordia y la unión de todos los argentinos. Su palabra sigue siendo actual, especialmente cuando invita a defender las instituciones del País y a trabajar en positivo por el bien de todos.

    Más allá de su famosa oratoria de alcance internacional, encontramos en Esquiú un humilde sacerdote que trata de llegar, con la verdad, al corazón de la gente. En su prédica motivaba para que cada uno, dentro de la comunidad, sepa el tema y calcular las consecuencias antes de actuar, dedicarse a lo justo y a lo bueno, de no flaquear ante la amenaza de la tiranía y el despotismo o la seducción de la demagogia; de tener la capacidad para saber sacrificar las afecciones privadas en aras del bien común. Con sus palabras y su vida derramaba la caridad divina por todos sus poros.

    Había nacido el 11 de mayo (día de san Mamerto) de 1826, en La Callecita (Piedra Blanca, Catamarca), bajo un pobre techo de paja. Hijo de Santiago Esquiú, soldado catalán enviado por España al Río de la Plata; su madre, María de las Nieves Medina, criolla catamarqueña.

    Fray Mamerto Esquiú fue consagrado obispo de Córdoba el 12 de diciembre de 1880, aunque siempre creía que no correspondía la dignidad episcopal.

    Fray Mamerto Esquiú murió humildemente el 10 de enero de 1883, en la localidad catamarqueña de El Suncho. El diario El Eco de Córdoba (12/01/1883) escribía: Ha muerto no sólo un gran pastor, sino un gran hombre, que iluminó con sus prodigiosos talentos y con la luz de sus conocimientos profundos, el claustro, la Cátedra Sagrada [...] el humilde entre los humildes, que vivía más humildemente aún, ha expirado en un lugar humilde, solitario, privado de todo recurso, rodeado por el misterioso silencio del desierto”.

    El Diario de Buenos Aires (31/1/1883), a su vez lo describía: La humildad, la pobreza, el desinterés, la castidad, el sacrificio, el amor al prójimo, la obediencia; las privaciones y los dolores impuestos a su existencia física. Todo ese conjunto que ha prescripto el rito y que pocos tienen presente, estaba encarnado en el fraile catamarqueño.

    Mientras sus restos mortales descansan en la catedral de Córdoba, su corazón "incorrupto" permanece en el convento franciscano de Catamarca. Es el “Patrono de los Abogados Constitucionalistas. El Santo Padre Benedicto XVI reconoció las virtudes heroicas del siervo de Dios fray Mamerto Esquiú, de la Orden de los Frailes Menores (franciscanos), obispo de Córdoba (Argentina) y «orador» de la Constitución argentina.

    Un personaje político religioso, creíble, que invita a superar los actuales desencuentros nacionales y de dar pasos en la madurez democrática y civil de nuestra República Argentina.




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  33. Lourdes Gallucci.


    El 11 de mayo de 1826, a pocos kilómetros de la ciudad de Catamarca, nace Fray Mamerto Esquiú. A los 15 años vistió los hábitos de novicio, siendo ordenado sacerdote en 1848. Se destacó como orador y dos de sus sermones le dieron justa fama: El primero, cuando fue jurada la Constitución Nacional ( El 9 de Julio de 1853) y el restante ( El 28 de marzo de 1854), al asumir las autoridades nacionales. Debido a ello, comenzó a llarmársele, "El Orador de la Constitución".
    Su reconocida humildad, se puso de manifiesto, una vez más, cuando se negó a aceptar el Obispado de Córdoba, negativa que solo dejo de lado (en 1880) por imposición del Sumo Pontífice.

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  34. Fray Mamerto de la Ascensión Esquiú nació el 11 de mayo de 1826 en la localidad de la Callesita (Dto Piedra Blanca) en la provincia de Catamarca, Hijo de Santiago Esquiú, soldado Catalán enviado por España al Río de la Plata que combatió en el alto Perú hasta ser hecho prisionero por los patriotas; su madre María de las Nieves Medina criolla catamarqueña. Su madre le impuso el nombre de Mamerto de la Ascensión, en homenaje al día en que nació: San Mamerto y el misterio de la Ascensión del Señor, que ese año había caído el mismo día.
    Desde los cinco años comenzó a usar, por intermedio de su madre, el hábito franciscano que no lo abandonó en toda su vida, como promesa de su delicado estado de salud. Ingresó al noviciado del convento franciscano catamarqueño el 31 de mayo de 1836 y al cumplir 17 años se ordenó sacerdote celebrando su primera Misa el 15 de mayo de 1849.
    Se dedicó fervientemente a la educación siendo maestro de niños y catedrático en el Convento a lo cual dedicó mucho entusiasmo además de fervorosas homilías.
    Luego de la cruenta Guerra Civil, el 9 de julio de 1853 predicó su famoso Sermón Constitucionalista (Laetamur de Gloria Vestra), con motivo de la jura de la Constitución Nacional, donde pidió concordia y unión para los argentinos, alcanzando trascendencia nacional. En este discurso Esquiú dejó asentadas muchas verdades, enseñanzas luminosas y una doctrina jurídica y sociológica sólida.

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    1. ¡Qúe lindo todo lo que leyeron e investigaron!! ¡Felicitaciones! En estos días, los leeremos en la escuela.

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  35. MAIA ZARATE

    EL ESTUDIANTE
    La vocación de Esquiú por el saber, se advierte desde niño. En la pobre escuelita de su pueblo natal lee y escribe mejor que sus compañeritos. Por eso sus padres, lo mandan a la escuela franciscana de San Fernando del Valle, la mejor de la región, donde según Nicolás Avellaneda "los hijos de los labriegos aprenden el latín".
    Para asistir a clase con su hermano Odorico, en 1835 se alojan en la casa del sastre Elías Núñez, familia amiga de los Esquiú, a pocos menos de 10 cuadras de la escuela. Hacían el recorrido, mañana y tarde a pie. Cuenta Odorico que Mamerto " iba estudiando la lección de latín con la capilla calada tropezando en las piedras".
    En la misma casa hay otro estudiante cuya contracción al estudio es evidente. Núñez escribe a Santiago Esquiú y le hace saber que Mamerto estudia poco. Su padre va a la ciudad, carta en mano, y con la ternura que debe usar un padre, le reprocha su poco aplicación por el estudio. Mamerto escucha en silencio y le responde: " Es cierto que NN estudia mucho mas en la casa, pero yo doy mejores lecciones en la clase, con solo estudiar en la calle" .
    Su padre jamás olvido esa contestación, ni el original modo de estudiar latín "pateando piedras".

    EN EL CONVENTO
    A los diez años sintió el dolor de la muerte de su madre (15/05/1836) y 12 días mas tarde, de la mano de su padre, llegó al convento de San Francisco (Catamarca), aspirante al sacerdocio; el 13 de julio de 1841, el padre guardián Fray Wenceslao Achaval, le dio los hábitos de novicio. A los 12 años inicio el estudio de la filosofía y a los 14 los de teología. A los 17 hizo sus votos, el 14 de julio de 1842, fiesta del seráfico doctor San Buenaventura. No tenía edad para profesar y quedo a la espera de la dispensa que llegaría. Mientras tuvo tareas muy de su agrado.

    DOCENTE
    Era el mejor religioso, por su capacidad y virtudes. Los frailes dan a Esquiú tareas docentes. En 1843 es maestro de su querida escuela en San Francisco y en 1844 su director. Se desempeña con eficiencia y es llamado "el mejor maestro de su tiempo ".
    Reformó el plan de estudios e incorporó nuevas materias. SUPRIMIÓ EL RIGOR DE LOS CASTIGOS, NO MÁS AZOTES, SÓLO CARIÑO.
    Bibliotecario del convento, incorporó nuevos libros, con parte de lo que el colegio le daba como estipendio.
    Dejo la enseñanza para practicar filosofía y teología - cátedras logradas con su esfuerzo - no solo en el colegio sino también en el Seminario Conciliar (La Merced), donde colaboró con la redacción del plan de estudios y el reglamento.
    En filosofía, reemplazó los textos en uso por otros más modernos. Lo mismo en teología, los tradujo al latín. También enseño teología en Tarija y Sucre.
    Pasó 30 años frente a sus alumnos; 19 en Catamarca y 11 en Bolivia. Fue docente por vocación. Enseñó con dedicación y paciencia, con humildad y caridad. Para él la docencia fue un segundo sacerdocio.
    En la bendición de la piedra basal de la Capilla Nuestra Sra. del Huerto (Salta 1880) dijo: "un colegio que prescinde de Dios, prescinde de la verdadera ciencia; y la mayor cultura que allí se diera a las inteligencias las hará mas monstruosamente mutiladas"

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  36. flia.de PAULA POGNANTE8 de mayo de 2014, 8:21 a.m.

    Con 5 años de edad, su madre lo vistió con el tosco sayal de los hijos de Francisco de Asís, promesa realizada por su madre al patriarca Asís, por haber nacido enfermo, durante toda su vida vistió con dicho hábito, hasta siendo obispo.
    Con 6 años de edad leía y escribía perfectamente. Asistió a al escuela de primeras letras de Piedra Blanca, ya a los 10 años y siendo aspirante de la orden, entró al convento Franciscano en Catamarca en 1834, se incorporó como novicio para 1841.
    Entre este úlitmo año y 1843 cursó teología, estudió latín, idioma francés e italiano, además de dirigir la escuela primaria del convento, las letras sagradas las estudió en la soledad de su celda, además de matemática, literatura, historia, siendo sus únicas herramientas su reducida biblioteca, sumado a su anhelo de aprendizaje y sacrificio. En la ciencia del derecho lo inició el Doctor Tadeo Acuña.
    Para 1848 recibió en San Juan la orden sacerdotal de manos del obispo Monseñor Eufrasio Quiroga Sarmiento, el 15 de mayo de 1849 fue un día muy especial en su vidad, celebró su primera misa con sólo 23 años. Fue una figura sobresaliente no sólo por su elocuencia, además por la contextura moral de su vida, su meditación, su austeridad, penitencia y sus renunciamientos, como destaca el padre Olmos.
    Su momento sublime llegó en 1853, cuando Urquiza indicó al gobernador de Catamarca, Segura, que debía proceder a jurar la tan ansiada Constitución, para organizar la Nación dejando atrás las luchas fratricidas. Este importante momento para la historia argentina se tenía que solemnizar con un acto de fe, por lo que se solicita a Fray Mamerto Esquiú que lo dirija él mismo, la hora de su vida pública había llegado, como destaca el prof. Bazán.

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  37. ¡Que hermoso trabajan! Felicitaciones a los niños, señoritas y familias.

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    1. Siervo de Dios Fray Mamerto de la Ascensión Esquiú nació el 11 de mayo de 1826 en la localidad de Piedra Blanca en la provincia de Catamarca, Hijo de Santiago Esquiú, soldado catalán enviado por España al Río de la Plata que combatió en el alto Perú hasta ser hecho prisionero por los patriotas; su madre María de las Nieves Medina criolla catamarqueña. Su madre le impuso el nombre de Mamerto de la Ascensión, en homenaje al día en que nació: San Mamerto y el misterio de la Ascensión del Señor, que ese año había caído el mismo día.
      Desde los cinco años comenzó a usar, por intermedio de su madre, el hábito franciscano que no lo abandonó en toda su vida, como promesa de su delicado estado de salud. Ingresó al noviciado del convento franciscano catamarqueño el 31 de mayo de 1836 y al cumplir 17 años se ordenó sacerdote celebrando su primera Misa el 15 de mayo de 1849.
      Se dedicó fervientemente a la educación siendo maestro de niños y catedrático en el Convento a lo cual dedicó mucho entusiasmo además de fervorosas homilías.
      Luego de la cruenta Guerra Civil, el 9 de julio de 1853 predicó su famoso Sermón de la Constitución, donde pidió concordia y unión para los argentinos, alcanzando trascendencia nacional. En este discurso Esquiú dejó asentadas muchas verdades, enseñanzas luminosas y una doctrina jurídica y sociológica sólida.
      El 28 de marzo de 1854 pronuncia un nuevo sermón con motivo de la asunción de las autoridades nacionales.
      Después de este sermón su fama creció y el 2 de mayo el Gobierno Federal lanzó un decreto por el que se disponía la impresión por separado de los dos sermones patrios y su envío en número suficiente al autor y a todas las autoridades civiles y eclesiásticas de la Confederación, al mismo tiempo que se pedía un ejemplar autógrafo de ambos, para ser depositados en el Archivo Nacional.
      En 1855 es vicepresidente de la Convención que le debía dar a la provincia su constitución y el 25 de mayo de 1856 pronuncia un nuevo sermón con motivo de la instalación del gobierno provincial.
      Ese mismo año y accediendo a los reclamos populares, es elegido diputado de la Legislatura provincial por el departamento Valle Viejo. Fray Mamerto fomentó, inspiró y ejecutó la industria minera, la creación de la renta pública, la instalación del alumbrado público, la erección de escuelas, la introducción de la imprenta, etc.

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  38. Fray Mamerto Esquiú.

    Fray Mamerto Esquiú nació en la localidad de Piedra Blanca (provincia de Catamarca), el 11 de mayo de 1826. Siendo muy niño ingresó a la orden franciscana. Tras los estudios correspondientes fue ordenado sacerdote en 1848. De notoria actividad, fue misionero, docente, periodista, legislador, destacándose por sus célebre “sermones patrióticos”, entre ellos el más conocido pronunciado con motivo de la jura de la Constitución Nacional del año 1853. En 1872 fue designado para el arzobispado de Buenos Aires , al cual renunció. En 1880 fue nombrado obispo de Córdoba.

    Fray Mamerto Esquiú falleció el 10 de enero de 1883, en la Posta “El Suncho” (provincia de Catamarca). Pocos días antes había viajado a La Rioja que comprendía en ese entonces su jurisdicción eclesiástica. Se lo consideró esencialmente como un obispo misionero, pues en apenas sus dos años de gobierno episcopal había visitado pastoralmente gran parte del territorio de la diócesis de Córdoba.

    La prensa de aquella época daba así la noticia de la muerte de Esquiú: “Ha muerto no sólo un gran Pastor, sino un gran hombre, que iluminó con su prodigioso talento y con la luz de sus conocimientos profundos, el claustro, la cátedra sagrada…, el humilde entre los humildes, que vivía más humildemente aún, ha expirado en un lugar humilde, solitario, privado de todo recurso, rodeado por el misterioso silencio del desierto” (El Eco de Córdoba-12-1-1883). “Los buenos se van, y cuando los buenos se van es porque algo serio nos prepara la Providencia a los malos”. (El Ferrocarril, Mendoza-31-1-1883). “La humildad, la pobreza, el desinterés, la castidad, el sacrificio, el amor al prójimo, la obediencia; las privaciones y los dolores impuestos a su existencia física. Todo ese conjunto que ha prescripto el rito y que pocos tienen presente, estaba encarnado en el fraile catamarqueño”. (El diario de Buenos Aires-31-1-1883).
    Estado de la Causa de beatificación
    Desde hace pocos años la Causa de beatificación de Esquiú tuvo un marcado avance. El sacerdote franciscano Fray Jorge Martínez, vice postulador de la Causa, manifestó que el 18 de octubre de 2006 la Congregación para las Causas de los Santos presidida por el cardenal José Saraiva Martins, la Comisión de Cardenales y Obispos aprobó oficialmente la heroicidad de la virtudes de Esquiú”.

    Para ello se consideró al Siervo de Dios, “como franciscano, obispo de Córdoba, fiel hijo de la provincia de Catamarca, humilde obispo dado a los pobres y a la evangelización, en tiempos difíciles de guerras internas y desunión de los argentinos, y para muchos el inspirado orador de la Constitución”.

    Posteriormente, el 16 de diciembre de 2006, el Santo Padre Benedicto XVI reconoció las virtudes heroicas del Siervo de Dios Fray Mamerto Esquiú asignándole el título de Venerable, que lo acerca a su pronta beatificación.+

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  39. El Venerable Fray Mamerto de la Ascensión Esquiú nació el 11 de mayo de 1826 en la localidad argentina de Piedra Blanca en la provincia de Catamarca, hijo de Santiago Esquiú2 y María de las Nieves Medina. Su madre le impuso el nombre de Mamerto de la Ascensión, en homenaje al día en que nació: San Mamerto y el misterio de la Ascensión del Señor, que ese año había caído el mismo día .Desde los cinco años comenzó a usar, por intermedio de su madre, el hábito franciscano que no lo abandonó en toda su vida, como promesa de su delicado estado de salud. Ingresó al noviciado del convento franciscano catamarqueño el 31 de mayo de 1836, y al cumplir 17 años se ordenó sacerdote, celebrando su primera misa el 15 de mayo de 1849. Desde joven dictó cátedra de filosofía y teología en la escuela del convento; también se dedicó fervientemente a la educación siendo maestro de niños, a lo cual dedicó mucho entusiasmo, además de fervorosas homilías. Desde 1850 dictó cátedra de filosofía en el colegio secundario fundado por el gobernador Manuel Navarro.

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  40. DOCENTE

    Era el mejor religioso, por su capacidad y virtudes. Los frailes dan a Esquiú tareas docentes. En 1843 es maestro de su querida escuela en San Francisco y en 1844 su director. Se desempeña con eficiencia y es llamado "el mejor maestro de su tiempo " .
    Reformó el plan de estudios e incorporó nuevas materias. Suprimió el rigor de los castigos, no más azotes, sólo cariño. Enseñó con dedicación y paciencia, con humildad y caridad. Para él la docencia fue un segundo sacerdocio.

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  41. FLIA.de BAUTISTA FERNANDEZ.
    UN EJEMPLO DIGNO A SEGUIR, EXCELENTE PERSONA, RELIGIOSO Y MUY BUEN MAESTRO. HIZO MUCHAS COSAS POR LA DOCENCIA, INCORPORO MATERIAS NUEVAS, REFORMO EL PLAN DE ESTUDIOS Y POR SOBRE TODAS LAS COSAS ELIMINO LOS CASTIGOS. HOY TENEMOS EL ORGULLO DE QUE NUESTRA QUERIDA ESCUELA LLEVE SU NOMBRE Y Y POR ENDE DEBEMOS HONORAR SU NOMBRE.

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  42. QUÉ SATISFACCIÓN ENTRAR AL BLOG Y ENCONTRARME CON TANTA INFORMACIÓN. FELICITO A LOS NIÑOS Y A LAS SEÑOS NANCY Y LAURA, Y AGRADEZCO A TODAS LAS FAMILIAS POR SU PARTICIPACIÓN, SIGAN ACOMPAÑANDO A SUS HIJOS EN ESTE HERMOSO CAMINO DE APRENDER.

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  43. Eileen Massaro
    El 8 de diciembre de 1880 pronuncia en la catedral de Buenos Aires su último sermón patriótico, con motivo de la capitalización de Buenos Aires.
    Un 10 de enero de 1883 y proveniente de un viaje pastoral en la provincia de La Rioja, con destino a Córdoba, a bordo de la mensajería, Fray Mamerto Esquiú se sintió enfermo, deteniéndose en la posta El Suncho, departamento La Paz, Catamarca, allí muere, quien en vida fue franciscano, Obispo de Córdoba, un hijo de Catamarca, pero por sobretodo un siervo de Dios, mostrando un verdadero compromiso con él y con la patria.
    Su beatificación fue solicitada luego de 1920, para 1978 la causa es introducida en forma oficial en la congregación de los santos. En el año 2002, son aprobados los procesos, el proceso del milagro y se inicia la última etapa, probar la heroicidad de las virtudes. Fue el más ilustre de los catamarqueños y parte de nuestra historia nacional se identifica con con su personalidad, su oratoria sagrada de paz y unión para todos los argentinos. En aquel complejo momento histórico de la ansiada organización nacional se destaca su honestidad, participación, compromiso, palabra y acción, que tanto necesita en estos momentos nuestra patria, fórmula fundamental para la reflexión dentro de este bicentenario, con la importancia y respeto que se merece el rescate de nuestra historia y sus hombres. De esta manera podremos planificar un porvenir mejor, como se merece el pueblo argentino. Por enseñarnos el camino gracias, Fray Mamerto Esquiú.

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  44. Seño Nancy y Seño Laura14 de mayo de 2014, 5:39 p.m.

    Queremos felicitar y agradecer a todas las familias de tercer grado "A" y "B", por habernos acompañados en esta activad. ¡¡Cuánto investigaron y aprendimos con sus trabajos!! ¡Muchas gracias familias!
    Muy pronto, estaremos con nuevas novedades para trabajar desde blog.
    ¡Los saludamos y dejamos mucho cariño!
    Seño Nancy y Seño Laura.

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